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DoctoradoMecánica cuánticaEcuación de Schrödinger


Valores propios y funciones propias en la ecuación de Schrödinger


El concepto de valor propio y función propia es importante en el campo de la mecánica cuántica, particularmente en el contexto de la ecuación de Schrödinger. La mecánica cuántica, un pilar esencial de la física moderna, describe las propiedades físicas de la naturaleza en las escalas más pequeñas de los niveles de energía de los átomos y las partículas subatómicas. La ecuación de Schrödinger, propuesta por Erwin Schrödinger en 1925, es uno de los resultados clave de la mecánica cuántica y es una ecuación diferencial parcial que describe cómo cambia con el tiempo el estado cuántico de un sistema físico.

La ecuación de Schrödinger es fundamental para comprender el comportamiento de los sistemas cuánticos y cómo las partículas como los electrones se comportan en marcos atómicos o moleculares. Dentro de esta ecuación, las nociones de valor propio y función propia surgen naturalmente, proporcionando información sobre los estados estacionarios de los sistemas y ayudando a comprender la cuantización de propiedades físicas como la energía.

Comprendiendo la ecuación de Schrödinger

Para entender el concepto de valores propios y funciones propias, primero necesitamos entender los conceptos básicos de la ecuación de Schrödinger. Hay dos formas de esta ecuación: la ecuación de Schrödinger dependiente del tiempo e independiente del tiempo. La ecuación independiente del tiempo es particularmente útil cuando se trata de sistemas en estado estacionario.

        iħ ∂/∂t Ψ(x, t) = Ĥ Ψ(x, t)
    

La ecuación anterior es la ecuación de Schrödinger dependiente del tiempo, donde i es la unidad imaginaria, ħ es la constante de Planck reducida, Ψ(x, t) representa la función de onda del sistema cuántico, y Ĥ es el operador hamiltoniano correspondiente a la energía total del sistema. La ecuación describe cómo la función de onda de un sistema cuántico evoluciona con el tiempo.

Para estados estacionarios, que no cambian con el tiempo, la ecuación de Schrödinger independiente del tiempo es más relevante:

        ĤΨ(x) = EΨ(x)
    

La ecuación de Schrödinger independiente del tiempo es una ecuación de valor propio donde Ĥ es el operador, Ψ(x) es la función propia, y E es el valor propio. Esta ecuación es importante para encontrar los estados estacionarios de un sistema cuántico y sus correspondientes niveles de energía.

Explicación de valores propios y funciones propias

En matemáticas, el problema de valor propio involucra un operador que actúa sobre una función resultando en un múltiplo escalar de esa función. En el contexto de la ecuación de Schrödinger, Ĥ es un operador que representa la energía del sistema, y cuando actúa sobre la función de onda Ψ, el resultado es que Ψ es escalado por un factor de E. Es aquí donde surgen los términos función propia y valor propio.

Funciones propias

Considere el operador Ĥ aplicado a la función de onda Ψ:

        ĤΨ(x) = EΨ(x)
    

Aquí, Ψ(x) se llama la función propia del operador Ĥ. Una función propia es una función no nula que devuelve la misma función (hasta la multiplicación por un escalar) cuando se aplica el operador. Las funciones propias representan los posibles estados de un sistema mecánico cuántico.

Para una mejor comprensión, imagine una función que actúa como un espejo. Aquí, la función es la imagen reflejada por el espejo, que permanece sin cambios excepto por ser volteada o escalada. En la mecánica cuántica, la "forma" o forma real de la función de onda Ψ(x) puede variar, pero básicamente permanece "la misma" con respecto al operador Ĥ, excepto por ser escalada por E.

Valor propio

El término E en la ecuación se conoce como valor propio. Un valor propio es un escalar asociado con las funciones propias y es específico para una función propia particular del operador. En mecánica cuántica, estos valores propios representan cantidades observables como la energía.

Cuando un valor propio está asociado con un operador de energía (hamiltoniano), representa el nivel de energía del estado estacionario correspondiente ψ(x). Por ejemplo, en un átomo, los valores propios del hamiltoniano corresponden a niveles de energía cuantizados que un electrón puede ocupar.

Ejemplo visual: oscilador armónico

Considere el oscilador armónico cuántico, un problema común que ilustra los conceptos de valores propios y funciones propias. La función de energía potencial para el oscilador armónico es:

        v(x) = 1/2 m ω² x²
    

donde m es la masa de la partícula y ω es la frecuencia angular. El hamiltoniano para el oscilador armónico cuántico se puede escribir como:

        Ĥ = -ħ²/2m d²/dx² + 1/2 m ω² x²
    

Las funciones propias (ψ_n(x)) y los valores propios (E_n) para un oscilador armónico cuántico son dados por:

        ψ_n(x) = (1/√(2^nn!)) (mω/πħ)^(1/4) e^(-mωx²/2ħ) H_n(√(mω/ħ)x)
    
        E_n = ħω(n + 1/2)
    

donde n es un número entero no negativo, y H_n son polinomios de Hermite. Cada función propia ψ_n(x) corresponde a un nivel de energía cuantizado E_n. El oscilador armónico cuántico demuestra cómo las funciones propias y los valores propios son esenciales para describir los estados cuánticos y niveles de energía de un sistema.

Ejemplo: átomo de hidrógeno

Otro ejemplo clásico es el átomo de hidrógeno, el átomo más simple, donde un solo electrón orbita un protón. Al resolver la ecuación de Schrödinger para el átomo de hidrógeno se pueden obtener funciones propias que describen las posibles órbitas del electrón y valores propios que representan los niveles de energía de esas órbitas:

        Ĥψ = eψ
    

donde la energía potencial V se debe a la atracción de Coulomb entre el electrón cargado negativamente y el protón cargado positivamente:

        v(r) = -e²/4πε₀r
    

Resolver la ecuación de Schrödinger con esta energía potencial da los niveles de energía cuantizados y las funciones de onda correspondientes (ψ). Estas funciones propias describen la forma y orientación de las trayectorias orbitales del electrón, mientras que los valores propios representan los niveles de energía correspondientes.

Visualización del comportamiento de la función propia

Para la visualización, imagine tirar de una cuerda fijada en ambos extremos. Los patrones estacionarios que se forman en esta cuerda a medida que se tira corresponden a funciones propias. Estos patrones naturales reflejan las muchas formas en que una onda estacionaria puede formarse, similar a los diferentes estados de un electrón en un sistema cuántico. Las longitudes de onda (relacionadas con el número de onda k) están relacionadas con la longitud fija de la cuerda, reflejando la naturaleza cuantizada de los niveles de energía en la mecánica cuántica.

Cuerda fija

En esta ilustración, cada curva representa un posible patrón de onda en una cuerda fija. Tales ondas estacionarias corresponden a funciones propias, cada una de las cuales tiene su propia longitud de onda fija (o frecuencia). En mecánica cuántica, cada función de onda estacionaria se alinea con un nivel de energía específico, o valor propio, que describe los estados cuantizados encontrados dentro de la configuración electrónica.

Conclusión

Los valores propios y las funciones propias son indispensables para comprender el marco matemático de la mecánica cuántica, especialmente en relación con la ecuación de Schrödinger. Permiten a los físicos comprender la naturaleza de los estados cuánticos, las energías cuantizadas asociadas con partículas específicas y resolver funciones de onda específicas. Al conceptualizar estas ideas abstractas con analogías visuales y tangibles, como osciladores armónicos o átomos de hidrógeno, los principios básicos pueden ser más accesibles, proporcionando una visión del complejo baile de partículas en la escala cuántica.


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