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Ley cero de la termodinámica
El estudio de la termodinámica implica entender el flujo del calor y cómo afecta a la materia. En el núcleo de la termodinámica se encuentran varias leyes fundamentales que determinan la interacción de la energía en el universo, una de las cuales es la ley cero de la termodinámica. Aunque es menos conocida que la primera, segunda o tercera ley, la ley cero es igual de importante para los fundamentos de la termodinámica. Proporciona una base para el concepto de temperatura.
Entendiendo el equilibrio térmico
Antes de entrar en la ley cero, necesitamos entender completamente el concepto de equilibrio térmico. Suponga que tiene dos objetos a diferentes temperaturas, por ejemplo, una taza de café caliente y una habitación fría. Si deja la taza de café en la mesa, con el tiempo perderá calor hacia el aire en la habitación, lo que hará que se enfríe. Por el contrario, el aire en la habitación gana un poco de energía, causando que se caliente ligeramente, aunque este cambio suele ser despreciable porque las habitaciones son mucho más grandes que las tazas de café.
Este proceso continúa hasta que el café y la habitación finalmente alcanzan la misma temperatura: logran el equilibrio térmico. El equilibrio térmico es el estado en el cual dos objetos en contacto entre sí dejan de intercambiar calor porque alcanzan la misma temperatura.
Definición de la ley cero
Ahora que entendemos el equilibrio térmico, podemos pasar a la ley cero de la termodinámica. La ley cero establece:
Si dos sistemas están en equilibrio térmico con un tercer sistema, también estarán en equilibrio térmico entre sí.
En términos simples, esto significa que si el sistema A está a la misma temperatura que el sistema C, y el sistema B también está a la misma temperatura que el sistema C, entonces el sistema A y el sistema B deben tener la misma temperatura. Esto se puede escribir matemáticamente como:
Si A = C y B = C, entonces A = B
Ahora veamos un ejemplo visual para aclarar:
En este diagrama, el sistema A y el sistema B están cada uno en equilibrio térmico con el sistema C. Según la ley cero, el sistema A y el sistema B deben estar en equilibrio térmico entre sí, incluso si no están en contacto directo. Este principio es fundamental para definir lo que entendemos por temperatura.
Implicaciones prácticas y aplicaciones
La ley cero de la termodinámica es importante porque nos permite usar termómetros para medir la temperatura. Para entender por qué, considere un ejemplo simple que involucra un termómetro. Cuando coloca un termómetro en un vaso de agua, el termómetro y el agua interactúan hasta que alcanzan el equilibrio térmico. Dado que están en equilibrio, están a la misma temperatura, y por lo tanto, el termómetro mide la temperatura del agua.
Ejemplo: Medición de la temperatura ambiente
Imagine que desea medir la temperatura del aire en su habitación. Cuando coloca un termómetro en la habitación, el mercurio o el alcohol dentro del termómetro se expanden o contraen hasta alcanzar el equilibrio térmico con el aire de la habitación. La lectura en el termómetro da la temperatura de la habitación gracias a la ley cero de la termodinámica.
Por lo tanto, si otro objeto está en equilibrio térmico con el aire en la habitación, como una almohada en un sofá, y el termómetro muestra 22°C, podemos decir con confianza que la almohada también está a 22°C.
¿Por qué se llama la "ley cero"?
Aunque las suposiciones detrás de la ley cero han estado implícitas durante mucho tiempo en las teorías termodinámicas, la ley fue relegada a una consideración secundaria después de establecerse las primeras tres leyes. Los científicos se dieron cuenta de que una comprensión más fundamental de la temperatura debe preceder a las otras leyes, por lo que introdujeron la ley cero como una declaración fundacional inicial. Dado que lógicamente precede a la primera ley, se le llamó ley cero.
Contexto histórico
Los orígenes de la ley cero se remontan al trabajo de científicos del siglo XIX como James Clerk Maxwell y Lord Kelvin. Gran parte de la base de la termodinámica se estableció en este momento, cuando el estudio del calor y la temperatura comenzó a reconciliarse con la mecánica clásica y la teoría cinética.
Desarrollo de la comprensión del calor
Inicialmente, el estudio del calor giraba en torno a la calorimetría y la conservación de energía. La termodinámica temprana trataba con el trabajo y la conversión de energía a través de procesos como la máquina de vapor. Este enfoque se trasladó hacia una comprensión más detallada de la transferencia de calor y la temperatura, lo que llevó a una comprensión más amplia de cómo interactúan los sistemas cuando están aislados de influencias externas.
En su vida cotidiana, la ley cero se observa a través de varias aplicaciones de medición de temperatura, donde los instrumentos alcanzan el equilibrio con los sistemas que miden. Una vez que entusiastas y observadores como Ludwig Boltzmann y Rudolf Clausius ampliaron estos conceptos, la necesidad de la ley cero como axioma se hizo clara.
Ejemplo visual: La naturaleza transitiva de la temperatura
Considere tres sistemas: una varilla de metal, un trozo de hielo y una tina de agua caliente. La varilla de metal se sumerge en el hielo y alcanza el equilibrio; luego, la misma varilla se coloca en agua caliente y alcanza el equilibrio de nuevo.
Aunque la varilla nunca está en contacto directo con el hielo y el agua caliente simultáneamente, según la ley cero de la termodinámica, sabemos que en estos puntos sucesivos de equilibrio, el hielo y el agua caliente están efectivamente conectados por el equilibrio térmico a través de la varilla.
Formulación matemática
Consideremos tres sistemas (A), (B), y (C). Según la ley cero de la termodinámica, si el sistema (A) está en equilibrio térmico con el sistema (B), y el sistema (B) está en equilibrio térmico con el sistema (C), entonces el sistema (A) está en equilibrio térmico con el sistema (C). En términos de temperatura, esto se puede expresar como:
T(A) = T(B) y T(B) = T(C) implica T(A) = T(C)
Aquí, (T(X)) denota la temperatura del sistema (X).
Conclusión
La ley cero de la termodinámica forma la base sobre la cual se construye el resto de la teoría termodinámica. Sin la comprensión de que diferentes sistemas pueden igualar en temperatura cuando no hay más flujo de calor entre ellos, predecir el resultado de cualquier forma de transferencia de energía sería intratable e inalcanzable.
Aunque este principio puede parecer simple—solo establecer una temperatura común—es el primer lente a través del cual ver y comprender el mundo dinámico de la transferencia de energía. Ya sea para aplicaciones industriales, exploraciones científicas o cocinar una excelente comida, reconocer cuándo un sistema alcanza el equilibrio térmico subyace tanto en nuestro conocimiento teórico como en nuestras experiencias prácticas todos los días.